Entrevista al transformista Angy Kristel

Ángel más conocido como Angy Kristel, uno de los pocos supervivientes de los comienzos del transformismo en España, nació el 24 de abril de 1941 en Madrid. Desde muy joven le gustaba vestirse de mujer, tanto es así que cogía prestados los vestidos de su madre y alguna peluca que compraba con sus ahorrillos y dejaba volar su imaginación. Él mismo da una breve pincelada sobre su primera vez:

La primera vez que me puse ropa de mujer fue a los 18 años, salí de mi casa y nadie me reconoció, fuí en autobús y paseé por toda la Gran Via de Madrid.

Ángel

Ángel

Ángel

Estudió para ser maestro en la Escuela de Magisterio que había en la Glorieta de Embajadores pero no llegó a ejercer:

Si, después de hacer el bachiller elemental hice la carrera de maestro (entonces sólo eran dos años con el bachiller), lo dejé porque me mandaban a una aldea de Galicia y con mis años no me apetecía y perdí la plaza, sólo podía ejercer en escuelas privadas.

Angy Kristel

A los 16 o 17 años entró a trabajar en la CAMPSA, en unas oficinas ubicadas en el Paseo del Prado, como auxiliar administrativo por el dia, y transformista fonomímico por la noche, eso rezaba en su carnet de artista.

Efectivamente trabajé ininterrumpidamente hasta los 65 años, siendo muy querido por mis compañeros de la oficina. Tuve el carnet de artista pero ya no se donde está, te hacían una prueba con el disco y el playBack y si valías te lo daban, a mi me lo dieron, y en él ponía mi nombre de pila, apellidos y el nombre artisitico, que gracia y que recuerdos.

Hubo un tiempo en el que el transformismo y la copla amenizaban las noches de los fines de semana en las salas y pubs españoles, escenarios donde se respiraba un espíritu divertido, popular y transgresor, pero esa era solo una cara de la moneda puesto que en la época del franquismo, el régimen y aún bien entrada la democracia, se encargaron de convertir a las personas del «tercer sexo» como le denominaban por aquel entonces, en delincuentes sin ningún derecho, a los cuales se les podía insultar, violar, agredir, e incluso meter entre rejas por el simple hecho de ser homosexual o «invertido» otro de los términos que se utilizaban, y si muchos no sufrieron encarcelación, fue porque ocultaron su condición a los demás, llevaron una doble vida, en muchos casos negando su propia realidad, persiguiéndoles así continuamente un sentimiento de culpa.

Para «el tercer sexo» todo el año es carnaval.

Aquí donde los ven ¡Son hombres!

Diez detenidas, que eran detenidos.

Emilio de Benito dijo el 1 de julio de 2005 en el País, en un artículo titulado «De la cárcel a la igualdad» que:

Al menos 5.000 personas fueron encarceladas durante el franquismo y los primeros años de la transición por homosexual o transexual, según el recuento de la Asociación de Ex Presos Sociales. La persecución se basó en distintas leyes: la de Vagos y Maleantes primero; la de Peligrosidad y Rehabilitación Social después. Además, otras tipificaciones de delitos también tuvieron su parte: escándalo público, prostitución.

Durante los años del franquismo, la Puerta del Sol (Madrid) estuvo dominada por la DGS, siglas de la Dirección General de Seguridad, edificio conocido popularmente por aquel entonces como “Gobernación”, y sus sombríos calabozos nublaron el firmamento de muchas personas, entre ellas y en dos ocasiones, el de Angy Kristel «La Nines», él mismo me confiesa que…

Fui llevado a los calabozos subterráneos de la Puerta del Sol dos veces. La primera vez junto a 40 o 50 personas a las que nos hicieron desnudar, una vez desnudos nos enchufaban con una manguera de agua helada. Esto lo recuerdo especialmente. Me sacó mi hermano tras pagar una multa de 500,– ptas, un dineral en los años 60, y la segunda vez dos años después, me sacó una gran amiga lesbiana llamada Maria, (descanse en paz) y por supuesto fichado, aunque prefiero no recordar esas cosas porque fueron muy duras. «La Nines» era el apodo con el que me conocían mis amistades de los años 60, cuando salíamos de paseo, entonces no había dinero para ir a cafés, solo a pasear.

Edificio donde se ubicaban los calabozos Puerta del Sol

Ley de 15 de Julio de 1944 donde se criminaliza la homosexualidad

Bajada a los calabozos de Puerta del Sol

En una ocasión Angy ni corto ni perezoso se vistió de mujer y se fue en el metro hasta la Puerta del Sol donde le esperaban un grupo de amigos. Era tan femenina que hasta le cedieron el asiento en el metro.

• Siéntese señorita. Le dijeron.

Agradeció con un gesto ese detalle para que no le notaran la voz varonil.
Al salir del metro cuando sus amigos le vieron así salieron corriendo dejándole solo.

• Mirad ahí viene la Nines disfrazada, decían.

En 1962 hizo el servicio militar, 18 meses pero me pregunto si ¿mantuvo oculto su transformismo o era la “alegria de la huerta”?, a lo que Angy me contesta:

Lo tuve que llevar oculto en la mili, pero tenía un amigo valenciano y al cabo le pedía hacer las guardias por las noches con él jejeje, me ponía los calcetines de militar como relleno para el pecho.

1962 Ángel haciendo el servicio militar.

1962 Ángel junto a otros compañeros. El chico que tiene el brazo por encima del hombro de Angy, era valenciano y fue su mejor amigo en los 18 meses de mili, Angy lo consideraba muy guapo y dice que fue muy bueno con él.

De muy jovencito actuaba en fiestas particulares de gente adinerada y de la alta sociedad madrileña, que como él mismo comenta llegó a contactar con ese estracto social:

En la puerta del “Café Gijón” de Madrid. En la época franquista eran ellos mismos los que organizaban esas fiestas ocultas.

La primera vez que actuó en un local público fue en un Pub llamado «Larra» y luego en la sala «Nerón» de Madrid, lo hizo principalmente para los amigos donde acudieron en pleno a verle actuar.

Lo recuerdo muy bien, fueron mis primeras apariciones como Angy Kristel, entre los años 1976-80, desde 1979 actué durante varios años en la sala “Neron” de Madrid, se me dio un homenaje, entonces estaban de moda y la sala se llenó de tod@s mis compañeros de CAMPSA, amig@s, mi hermano y dos de mis sobrinos, fue perfecto nunca lo olvidaré.

En nochevieja de 1983 en el hotel Luz-Palace de Madrid se celebró el fin de año para los empleados de Campsa.

Homenaje a Angy Krystel en la sala «Nerón» 1979

Angy Kristel haciendo de Marilyn Monroe, en 1978 en el Club Larra de Madrid.

Angy Kristel haciendo de Marilyn Monroe, en 1978 en el Club Larra de Madrid.

Le pregunto ¿en quién se inspiró para su nombre artístico Angy Kristel? a lo que me responde:

Me inspiré en el nombre de la actriz “Angie Dickinson” y el apellido de la actriz erótica “Sylvia Kristel”. Me encantaba la actriz Angie Dickinson por guapa y rubia y me puse ese nombre, pero en vez de Angie fue Angy y lo de Sylvia Kristel porque cuando me lo puse, estaba de moda esa actriz por sus películas eróticas y todos los españoles iban a Perpiñan a verlas, había mucha represión entonces en España, solo fue asi, no habia nada de malo en ello.

Con el dinero que ganaba, que era mucho para aquella época, viajaba y se compraba complementos, pelucas y vestidos caros y les pedía a buenos modistos de Madrid que le copiaran los trajes de las artistas a las que imitaba. Entonces eran imitadores. Copiaban peinados, vestuarios y gestos de las artistas a las que interpretaban en sus espectáculos, ahora llamados Shows. Sus primeros fans fueron su madre y su hermano.

Ángel en Marrakech

Ángel en Méjico

Ángel en New York

Viajé a Marrakech, París, Londres, Munich, Suiza, Nueva York, Cancún y Méjico. Me hice varios vestidos con una gran modista del mundo del teatro y de la revista, se llamaba Maribel, en aquella época los 80, me hice dos miriñaques, cada uno me costó 300.000,- Ptas más varios más y plumas y penachos por un valor de otras 400.000,- Ptas, todo por un valor de más de un millon de pesetas, pagadas al contado sino la modista no nos los daba, aunque se corrieron las malas lenguas que no los pagué nunca, jajaja, fíjate todavía tengo en buena conservación tres mirañaques y cuatro vestidos más de aquella época.

Diciembre del 2012 en Cross Valencia,

En 1982, montó un espectáculo llamado «Las Estrellas traen Cola», con el que estuvo de gira por toda España y me comenta que:

Desde 1982 hasta 1995 llevé ese espectáculo sobretodo por Salamanca, Valladolid, León, Zamora, Ciudad Real, Puertollano, Santander, Gijón, Oviedo, y por todo el centro, Toledo y Madrid, con dos compañeros, y luego fui cambiando algunos hasta que se dejó ese espectáculo, después uno se retiró y monté otro espectáculo llamado “Las Dobles de La Copla”, con el que he durado hasta estos dias y luego solo yo actuando.

Angy Kristel. en el cartel de «Las Estrellas Traen Cola»

Angy Kristel. y su espectáculo «Las Estrellas Traen Cola» en el periódico Fuenlabrada.

Angy Kristel. en el cartel de «Las Dobles de la copla».

Un día le llamaron de la televisión Valenciana para que hiciera una imitación de Concha Márquez Piquer. Allí la conoció y desde entonces se hizo especialista en hacer de Concha.

Cuando yo empecé, en el año 1976 hasta el año 1985 imité a Dña. Concha Piquer, personalmente nunca la conocí, pero a mi madre, a mi y al público le gustaban las canciones de ella y la forma en que yo la imitaba. Despues vi actuar a Concha Marquez Piquer y un compañero me dijo «te pareces a ella, imítala» y asi lo he hecho hasta ahora.

Daba muy bien de mujer, con unas piernas bien formadas, muy femeninas. Nunca le ofrecieron dinero a cambio de sexo, pero sí que un matrimonio que iba mucho a verle a un local le propuso sexo a tres.

Angy con un traje que era un maillot y una bata de cola a partir de las rodillas, asi en el ambiente.la llamaban La Vedette,

1980 Angy Kristel haciendo de Sara Montiel.

1985

Ha trabajado durante muchos años en los locales más emblemáticos de Madrid, «Larra», «Anoite», «Molino Rojo», «Black & White», «Centauros», «Nerón», «Gay Club», en esta última, ya sala de fiestas mítica, en el que se basa una película del mismo nombre, le concedieron el título de Mister Travesti.

«Mister Travesti» 1978 a Angy Kristel

En el “Gay Club” de Madrid me dieron una copa en el año 1978, el segundo premio no de Miss, sino de “Mister Travesti”, como en esos años se llamaban, y esa copa sigo teniéndola todavía en mi casa, en las otras salas mis recuerdos son los mejores, en todas ellas trabajé muchos años teniendo éxito con el público que me veia.

Tuvo pareja estable, un chico, aunque actualmente no tiene, pero le gusta mucho invitar a sus amigos a comer. Juhan Dresán buen amigo suyo, bromea con él diciendo que su casa es como un mesón, «EL MESÓN DE ANGY KRISTEL». Angy vive solo con un gato siamés y rodeado de sus recuerdos, fotos, vídeos, trofeos, recortes de prensa etc…, ahora mismo está en conversaciones, a sus casi 73 años para volver a actuar en alguna ocasión en una sala.

Tuve pareja durante 25 años, desde 1961 hasta 1986, después soledad y más soledad, a los transformistas no nos han querido la mayoría como pareja, en mi caso así me ha sucedido. Y por la parte artística, todos los artistas dicen de mi “Que se retire esa vieja”, pero no me ofenden porque tod@s llegarán si Dios quiere.

Ángel

Agradecer a Dresán toda la información que me ha aportado para que conociera un poco más a Angy y pudiera realizar este artículo sobre su vida y trayectoria artística, sin él no hubiera sido posible.

Y para terminar Angy, agradecer mucho tu atención y el haberte prestado tan amablemente y desvelar todas estas confidencias que espero que hayan sido de agrado de los lectores, al igual que lo han sido para mi mientras disfrutaba redactando este artículo, os invito a todd@s a que comentéis y animéis a Angy a continuar adelante y daros una pequeña exclusiva y deciros que Dresán y yo estamos preparando un futuro documental sobre Angy Kristel.

«Ángel y Angy. Caballero de día y Dama de noche” Confidencias de un transformista.
Y hasta aquí puedo leer…

Darte las gracias David por tu interés sobre mi persona y sabes que tienes un amigo aquí en Madrid y gracias también al público que me aplaudió y me vió durante casi 40 años subido a los escenarios.

Por David Martín Surroca

 

En la imagen Angy Kristel y un servidor
© Domingo, 20 de julio de 2014 – Foto realizada por Miriam García